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martes, 14 de abril de 2015

COLOR EN LAS UÑAS....Y UN POCO DE HISTORIA




Las uñas son otro de los elementos que pueden verse influidos por el tono de nuestra piel, que puede determinar qué colores nos favorecerán y cuáles no. A pesar de que quizá en este caso no sea tan importante como en el rostro (puesto que de las uñas no depende nuestra carta de presentación principal), sí que es preferible tener unas nociones sobre aquellos tonos que pueden ir mejor con nosotras.


Para empezar pensemos en los esmaltes transparentes, que generalmente pueden aplicarse en personas de todo tipo de piel, pero… ¿Conviene utilizarlos en todo tipo de uñas? La respuesta es evidentemente no, pues aplicar sólo brillo sólo se te permite si tienes unas uñas muy bien cuidadas, siempre perfectamente limadas e impolutas. Si no las tienes así, mejor que te decantes por esmaltes de color para esconder tu dejadez.



Los colores más naturales son aconsejables siempre para todo tipo de pieles; el marfil, beige, los tostados suaves o el rosa palo, por ejemplo, pueden quedar bien en cualquier mujer.
Las pieles más claras se verán favorecidas por los colores ligeramente oscuros como los tonos rosados y fucsias, los rojos y otros colores opacos como el ciruela o el vino, que remarcarán la sofisticación de la piel blanca.
Con una piel de un color intermedio (ni muy blanca ni muy morena) puedes permitirte colores más oscuros todavía como el rojo pasión, los tonos morados o berenjena, por ejemplo.
Si eres de piel morena deberás dar algo más de vida a tus manos con colores un poco más alegrespara llamar la atención sobre un ligero contraste (siempre teniendo en cuenta la temporada del año en la que te encuentras). Puedes probar con casi toda la gama de rosas, así como con marrones, nacarados, dorados o anaranjados.
No obstante, lo que te damos es sólo una guía y no una regla de oro. Sigue las tendencias, da prioridad a tus propios gustos y procura transmitir la idea que buscabas con tus uñas.

UN POCO DE HISTORIA...

Lo que actualmente utilizan tanto mujeres como hombres para decorar y mantener un aspecto especial en sus manos, resulta muy distinto a la concepción que hace muchos siglos se tenía sobre este producto, ya que, en antiguas culturas era marca de estatus y nobleza de acuerdo al color y a la forma en que este se llevaba. El día de hoy en dominio público: el esmalte de uñas.



El esmalte para uñas o laca de uñas no es un concepto nuevo. Se cree que en el año 3000 a.C. la nobleza de la antigua China se coloreaba las uñas largas con esmaltes hechos a base de goma arábiga, cera de abeja, gelatinas y pigmentos. Los nobles podían usar colores dorados, plateados, rojos y negros, mientras que otras clases sociales sólo podían usar colores de tono pastel.

El esmalte para uñas era también popular entre los Egipcios, quienes las teñian con henna o con moras, tintes naturales que, de igual manera, eran usados en otros cosméticos, durante la época. Cabe recordar que a los Egipcios se les considera propiamente precursores de la cosmética y el cuidado corporal.

En la antigüedad, el esmalte no era exclusivo de las mujeres: en Egipto y Roma, los comandantes militares se pintaban las uñas de rojo antes de ir a la guerra en un afán de demostrar que estaban listos para la batalla a través de colorearse del mismo tono de la sangre las uñas.





Sin embargo, los japoneses y los antiguos romanos se pintaban las uñas desde los tiempos más remotos, de tal forma que es difícil saber quiénes fueron los primeros, aunque esto nada importa, ya que, a pesar de las distancias territoriales, el concepto en sí nos señala que, las culturas eran cercanas a través de las costumbres, las cuales se pueden encapsular en pequeños signos que nos llevan a comprender tanto la idea del mundo como la particular concepción social entre los habitantes.



Los chinos usaban laca coloreada hecha con goma arábiga, claras de huevo, gelatina y cera de abeja. También solían usar una mezcla consistente de rosas machacadas, orquídeas y pétalos de otras flores que daban el color a dicha laca, dependiendo de la cantidad de producto que se le agregara.

Los egipcios usaban los tintes de color rojo a café derivados de la henna para pintar las uñas así como las puntas de sus dedos. La realeza china frecuentemente mezclaba partículas de oro o de plata con los tintes para uñas. Un manuscrito del siglo XV de la dinastía Ming cita al rojo y al negro como los colores de elección de la realeza. Los egipcios usaban también el color de las uñas para indicar las diferencias sociales. La reina Nefertiti, esposa del rey Akenatón, teñía sus dedos y uñas de color rojo rubí. 

Cleopatra prefería el rojo quemado. Las mujeres de bajo rango sólo podían teñir sus uñas de colores pálidos.

Para el siglo XIX, la costumbre de teñirse las uñas se había extendido bastante, aunque en aquellos tiempos y hasta principios del siglo XX las mujeres solían preferir un aspecto de laca transparente en vez de colores intensos.


http://es.paperblog.com/louboutin-lanza-su-primera-linea-de-laca-de-unas-rouge-louboutin-2750593/
Actualmente, la industria de los esmaltes para uñas es un negocio multibillonario y los esmaltes han pasado de ser simples pinturas de colores homogéneos para incluir diseños, estampados y hasta piedras semipreciosas. La exclusividad de género también se ha fracturado y muchos varones se tiñen las uñas o usan esmaltes transparentes como parte de su arreglo personal.