miércoles, 4 de febrero de 2015

TELAS, PIEDRAS, EMOCIONES


Hace poco tiempo he descubierto la pedagogía Waldorf,  de acuerdo a la filosofía de Steiner, el ser humano es una individualidad de espíritu, alma, y cuerpo, cuyas capacidades se despliegan en tres etapas de desarrollo de siete años cada una (septenios) hacia la madurez del adulto: primera de los 0 a los 7 años, de los 7 a los 14 años, y de los 14 a los 21. El primer septenio está basado en la imitación natural como medio de aprendizaje, el segundo a través de la imaginación y el arte, el tercero en la búsqueda de la verdad y lo real.

Cuanto más sé acerca de esta técnica, más lógica me parece...y no entiendo cómo no se educa en base a esta técnica desde que se descubrió.

Mirando mirando, he encontrado un blog : http://www.demicasaalmundo.com/2015/01/3-maneras-jugar-monstruo-de-colores.html en el que se habla de una técnica en la que los niños consiguen expresar sus emociones a través de objetos, en este caso de telas y piedras.



Jugar con telas

Por iniciativa de Sunflower, hemos encontrado esta variante. 

Según la pedagogía Waldorf, uno de los juguetes que los niños pueden tener sin límite, son telas. Pero es que no me extraña, tienen tantas posibilidades, y ahora le añadimos otra nueva.

Lo cierto es que las telas son uno de los elementos que más le gusta a Sunflower para introducir en sus juegos. Las tiene de muchos colores, incluso un fular de seda arcoíris con todos los colores mezclados. Y las utiliza para disfrazarse, para hacer casas o tiendas de campaña, camas y cobijos para sus muñecas, o bosques y ríos para sus escenarios… Pero en cuanto leyó el cuento del monstruo de colores, enseguida lo aplicó a sus telas.

De hecho, a los pocos días de tenerlo se enfadó porque no conseguía hacer volar a su muñeca, así que se puso a llorar y se fue a su cuarto. Al momento apareció con la tela azul, diciendo: “tienes que ayudarme a ponerme la capa azul, porque estoy muy triste”.


Y así, de manera totalmente espontánea, se ha inventado un juego de disfrazarse del color según la emoción que experimenta.

A veces se envuelve con todas las telas, como una cebolla,  y encima del todo se pone la tela arcoiris (como si fuera el monstruo a principio del cuento), y se va sacando una a una las telas, y las cuelga en su cuarto. 



Si es que ayer mismo, que estaba un poco enfadada, le dije "vamos a coger la capa verde, para que te puedas calmar un poco", y ¡fue a buscarla!

Por si te interesa conseguir telas de este tipo, en JugariJugar tienen éstas  que están muy bien de precio y si quieres más calidad, las telas de seda son mucho más suaves y cálidas al tacto, en Lora Lora, preciosa tienda on line, tienen varias opciones depañuelos.


Jugar con piedras de colores




Es otra opción es, jugar a las emociones con piedras de colores.

Pintamos piedras , las tenemos prácticamente de todos los colores, y estos días nos  hemos estado divirtiendo, ordenándolas y desordenándolas, como si tuvieran su propia emoción.

Me ha gustado tanto la idea, que un proyecto inmediato es pintar un mandala bien bonito para cada color, y así tener nuestras propias piedras de las emociones. .

Por cierto, sobre las piedras, aquí tienes un truco para utilizar con niños para gestionar el enfado, la rabia, y la ira, aunque también sirve para los adultos, claro:

Para reducir la ira, sujeta una piedra y visualiza la ira fluyendo en ella; después, tira la piedra...

Cuanto más lejos mandes la piedra, más te desquitas de ese enfado. 


Pues ¡¡ánimo!!, da igual la edad que tengas, pinta piedras, coge foulares que tengas por tu casa y anímate a descargar tus emociones...igual es un paso más para acercarte a la estabilidad emocional que todos vamos buscando siempre.