miércoles, 6 de febrero de 2013

¿EL ROSA PARA NIÑOS O PARA NIÑAS??



El rosa era un color masculino y el azul, femenino

Desde pequeñitas, las niñas visten de rosa, mientras que los nenes visten de azul.


Pero, alguna vez se ha preguntado, ¿quien decidió que esto fuera así?

En realidad, no es posible apuntar a una sola persona, ni siquiera a un solo evento como causante de esta práctica, pues más bien, el origen de esta costumbre se debe a una variedad de factores.

Para empezar, cabe mencionar que, por lo menos dentro de la cultura occidental, el color en la vestimenta de los bebés es algo relativamente nuevo.



No fue sino hasta la década de los 20 que los padres comenzaron a vestir a sus hijos con ropas de color pues anteriormente, la costumbre era vestir a niños y niñas por igual de color blanco.

Es más, no sólo vestían del mismo color, sino que tanto niñas y niños utilizaban un solo tipo de prenda para vestir— un vestido, pues en aquella época, no se acostumbraba vestir a los niños con pantaloncitos, de tal manera que era muy difícil distinguir, a primera vista, a un niño de una niña.
No se sabe con certeza, pero se cree que debido a esto, se pensó en la manera de diferenciar a los hombrecitos de las mujercitas, y de ahí surgió la idea de hacerlo a través del color.





Sin embargo hubo una época en la que el rosa era el color masculino por excelencia y el azul era una tonalidad inequívocamente femenina


La similitud del color rosado con el rojo, color asociado con el poder, la intensidad y la fortaleza, era otra de las razones por las cuales se utilizaba el rosa para los niños. Por otro lado, el azul celeste se pensaba era ideal para las niñas pues este color se asocia, desde siempre, con la Virgen María.


Es así como a principios del siglo **, era común ver a las niñas vestir de azul, y a los varoncitos vestidos de rosa, algo que para muchos, hoy sería impensable.



Sin embargo, la relación del color azul con las niñas y el rosado con los niños, no perteneció únicamente a Occidente. En Oriente, por muchos años, existió una práctica similar.



En la antigüedad, se acostumbraba vestir a las niñas con prendas de color azul en aquella región, y a los niños con ropas de color rosado. Curiosamente, la razón tenía que ver con el hecho de que, durante un tiempo, existía una alta tasa de mortalidad infantil y extrañamente, los niños varones eran los más afectados.




Siguiendo una creencia popular, los padres veían la muerte de sus hijos como un castigo de su dios. Ellos pensaban que éste buscaba a los bebés varones, identificándolos por el color de sus ropas, y les quitaba la vida para castigar a sus padres por los pecados y ofensas cometidas. Al vestir a los niños de rosa y a las niñas de azul, pensaban, podían esconder la identidad de sus bebés, y así evitar que más varoncitos murieran.



Si vemos un cuadro de una familia real anterior al siglo XX es muy probable que veamos a algún bebé vestido de rosa. No es la hija del rey, sino el príncipe heredero . Antiguamente el color de los reyes era el rojo tanto por su simbolismo como por el hecho de que el tinte de este color era tan caro que sólo podían permitírselo las testas coronadas. El rosa, por tanto, era algo así como un "rojo de baja graduación" que identificaba al varón destinado a ser el sucesor al trono.
Por otra parte el color azul se identificaba con la Virgen María. El porqué de esta tonalidad se debe, según algunos, al color de algo tan puro como lo es el cielo de las buenas almas; pero para otros la razón de que la Virgen vistiera un manto azul se debía a que este pigmento era el más caro y lujoso después del rojo. Sea la razón que sea el azul acabó convirtiéndose en el color de la pureza virginal, algo típicamente femenino en épocas no tan lejanas.


La familia de Carlos IV (1800-1801)




Durante la edad Media, cuenta la leyenda, los caballeros de las Cruzadas observaron esta costumbre oriental y al regresar a Europa, la trajeron consigo, y los demás la adoptaron de inmediato. De cualquier modo, la regla en Europa era así: los niños vestían de rosa y las niñas de azul.

Así visto hasta nos parece lógico que el reparto de colores por sexo no fuese de otra manera, por lo que nos preguntamos cuándo se produjo la inversión y por qué niños y niñas acabaron intercambiándose los tonos.




Una edición de Ladies Home Journal, una revista estadounidense para damas, publicó en junio de 1918 que "la regla aceptada es que el rosado es para los niños y el azul es para las niñas. La razón es que el rosado es un color mas fuerte y decidido, lo cual lo hace más apropiado para un niño, mientras que el azul, el cual es un color más delicado, le queda mejor a una niña".


Fue hacia 1920 (históricamente antes de ayer). Tras la Primera Guerra Mundial se hizo patente que los usos de la guerra habían cambiado y una de las primeras transformaciones debido a ello la sufrieron los uniformes. Hasta entonces eran elegantes y vistosos, pero las trincheras, el uso de carros de combate y la importancia creciente del camuflaje obligaron a dejar de usar colores como el amarillo o, precisamente, el rojo. Debido a esto este tono dejó de ser el color de algo tan "masculino" como la guerra, por lo que ya no era preciso vestir a los niños de rosa.


También tuvo que ver un cambio en la moda infantil: se empezaron a llevar los trajes de marinerito y, claro, eso significaba empezar a usar el azul reglamentario. Además, el reciente descubrimiento del tinte azul sintético suponía una revolución al hacer más baratas ciertas prendas.

 
Por pura oposición y porque las niñas eran identificadas con la delicadeza del lujo (se empezaba a afirmar eso de que toda niña es una princesa) se empezó a utilizar para ellas el color más caro, pero rebajado para hacerlo más económico. Es decir, el rosa.